6 de junio de 2008

¿Viviendas dignas?

"Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación". De acuerdo, todos tenemos derecho a una vivienda digna pero ¿qué entendemos por digna? Una vivienda de 40 metros cuadrados es una vivienda digna, en cualquier capital grande hoy en día, para una o dos personas, al menos, digo digna ateniéndome al precio. Porque para mí una vivienda digna debe de ser una en la que una persona tenga suficiente espacio para vivir cómodamente, disfrutar de su tiempo de ocio, y convivir, disfrutando de la suficiente intimidad y autonomía, y no un cuarto para dormir entre jornadas laborales.

Pero la situación real es que somos pocos los jóvenes, y muchos los mileuristas, que podemos cuanto menos acceder a la compra de al menos uno de estos pisos de 40 metros cuadrados. Y mientras tanto, ¿qué nos queda? A mi parecer tres opciones, a lo sumo cuatro si sumamos la de quedarnos en casita con mamá y papá. La primera, el alquiler. La segunda, las VPO. La tercera, confiar en nuestro querido Ministerio de Vivienda.

Son opciones pero pocas soluciones. Y es que en cuanto al alquiler parece que no es una opción que no esté convenciendo del todo a los jóvenes en un país en el que como afirmaba una reciente encuesta entre los que tenemos entre 20 y 30 años, aunque bajara el precio de los alquileres, casi la mitad seguiríamos prefiriendo la compra. Las cifras también lo dicen claro: España tiene un 11% de alquiler frente al 38% de la media europea. Por algo será.

La segunda opción, las VPO. Está todavía es más graciosa. Y es que una servidora ha perdido ya la cuenta del número de sorteos en los que ha participado, cada vez ya con menor esperanza. Y eso mientras te enteras de fulanitos y menganitos que han logrado su VPO por ser amigos de… conocidos de…

La tercera, el Ministerio de Vivienda. Aquí ya hay que quitarse el sombrero y decirle a mamá y a papá que nos quedaremos durante mucho tiempo en casita. Es una aberración que la titular de Vivienda, Beatriz Corredor, haya sucumbido tan rápido a las presiones del sector inmobiliario hasta llegar a asumir prácticamente su discurso con total sumisión, como se plasma en las declaraciones que incluyen también la frase “el Ejecutivo ha tomado medidas muy parecidas a lo que piden”. Considero una demagogia que se anime a comprar en un entorno en el que el precio de la vivienda está en clara disminución, en el que la morosidad por el sobreendeudamiento hipotecario está creciendo vertiginosamente, en el que se afronta un escenario de posibles nuevas subidas de tipos de interés y de grave recesión de la economía española -con aumentos significativos de desempleo- y en el que los vendedores y promotores de vivienda se resisten al único camino lógico que existe para salir del atolladero -bajar los precios significativamente-.

Respecto a las medidas anunciadas, mencionar como ya ha denunciado la Plataforma por una Vivienda Digna que el “alquiler con derecho a compra” no es alquiler social –el gran déficit de la política de vivienda española frente a la europea-, sino una solución que se presta a ser una nueva trampa que postergue la insostenibilidad del mercado inmobiliario, que la rehabilitación debe orientarse fundamentalmente a satisfacer el acceso de los excluidos del mercado y a dar impulso a un mercado regulado del alquiler y que el Gobierno va muy mal encaminado en las soluciones, si éstas pasan por sostener el sector y los precios actuales con la financiación artificial del ICO y manteniendo una fiscalidad orientada fundamentalmente a la compra de viviendas que actualmente consume dos terceras partes de los recursos totales asignados a políticas de vivienda.

Esta claro. Aquí no hay quien viva. Al menos, dignamente.

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