18 de mayo de 2008

Quietudes e inquietudes de Sevilla

No hace relativamente mucho alguien que bien me conoce, comenzó su particular cruzada para convertirme en una bloguera más de la red. Una nueva voz que surcar por la red de red. Y lo hizo quizá por el cansancio de oírme; quizá por la necesidad de compartir la responsabilidad que por ser amigo tiene para conmigo oyendo, escuchando, mis quietudes e inquietudes; quizá porque sepa que ésta será una buena herramienta de desahogo para mí. Una cruzada de la que parecía imposible saldría airoso, pero que finalmente ha obtenido su recompensa, o al menos una recompensa para mí, o eso espero. Porque aunque muchos han sido mis ‘no’ a esto de crear un blog por excusas que todos alguna vez usamos (falta de tiempo, nada que contar, nadie me leerá...)..., hoy decido dar el paso y prometerme a mi misma expresar mis emociones, preocupaciones, alegrías, sinsabores,...

Y lo decido a su vez con un particular homenaje a todas aquellas mujeres que quienes no hace tanto como pensamos aún tenían que pedir a sus maridos para algo tan básico como alzar la voz para expresar una opinión. Y como de esto me propongo que se trate este rinconcito con olor sevillano, con olor a azahar, qué mejor día que este para lanzar mi primera entrada. No sé cuántos me leeréis, ni quiénes lo haréis. Lo que si sé es que intentaré dar lo mejor de mi, o mejor dicho, lo que yo soy.

1 comentario:

Híspalis dijo...

Es todo un honor abrir los comentarios de este blog que, por cierto, tiene muy buena pinta.

Bienvenida a este mundo y te felicito por optar a no callarte nunca.

Suerte.